Leer se define como pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados. Los más de doscientos voluntarios que viajan de espacio a espacio en una semana cualquiera del año, leen de acuerdo con una acepción que va más allá: darse, brindarse al otro, entregarse a una causa que no es la propia, pero que los hace sentir y construir su humanidad, su humanismo con los otros. Hemos escuchado que la lectura cambia vidas, que salva. No podría decir si esto es cierto, porque sería otorgarle al verbo leer un valor supremo. Lo que sí hemos descubierto juntos, tanto la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca como los que hacen posible este programa –equipo de coordinadores y lectores voluntarios– es que leer nos permite sentirnos humanos y vernos como hermanos.