Título: Sociología de la lectura
Autor del libro: Bernard Lahire
Editorial: Gedisa
Reporte realizado por: Arturo P.T
En este libro podremos encontrar diferentes puntos de vista acerca de la lectura, la mayoría tomadas de varias encuestas en Francia y con diferentes investigadores o mediadores (M. Pulain, O. Donnat, C. Détrez, A. M. Chartier, G. Mauger) y como se va enlazando hacia problemáticas (Por ejemplo la lectura en países con crisis, lecturas prohibidas o legítimas). Se toma en cuenta algunas preguntas como:
¿Podemos estudiar de manera racional una realidad tan íntima, tan personal tan intangible como es la lectura? ¿No se destruye la relación mágica que existe entre las obras y sus lectores tratándola como cualquier objeto de estudio? ¿Podemos y debemos analizar y a fortiori medir y calcular lo inefable, lo inmaterial, el amor?
Resultado de estas encuestas igual nos ofrecen ciertas hipótesis:
1. El retroceso de la lectura en el grupo escolarizado sería un efecto de la relativa democratización del sistema escolar. El autor aclara que los estudios incluyeron grupos de diferentes clases sociales, no sólo de los recién incorporados a la educación por cuestiones socioeconómicas, de manera que fueron estudiados los grupos de clases medias y altas de las zonas urbanas, por consiguiente el estrato social no es un factor que determine la disponibilidad de consumo de lectura.
2. La lectura sería víctima de la competencia de otro tipo de actividades de tiempo libre, en especial la televisión. El problema de la diferencia entre lecturas realizadas y declaradas ha sido un impedimento para corroborar esta hipótesis.
3. Cabe suponer una sobreestimación del pasado y una subestimación del presente. Antes la lectura era altamente valorada y distintiva socialmente hablando, lo cual puede haber influido en la apreciación; más tarde se produjo una desvalorización simbólica de la práctica de la lectura.
4. La literatura incorporada en los programas de educación se ha convertido en una lectura escolarizada que pudo haber perdido su calidad de entretenimiento. Cierra con la pregunta sobre si el paso por la escuela no ha puesto a los estudiantes en una situación más precaria que antes, es decir, si al frecuentar la escuela no han perdido el placer de leer lo que podrían haber leído con placer.
Sin duda esta obra colectiva nos permite conocer a través de encuestas los procesos de la lectura en la sociedad hablando sobre ciertas problemáticas que se dan como en la escuela y demás contextos.