Título: Una casa de palabras
Autor del libro: Gustavo Martín Garzo
Editorial: ÓCEANO TRAVESÍA
Reporte realizado por: Antonio Toledo
Elegí este libro porque me parece importante lo que plantea Martín Garzo, una casa de palabras que todos y cada uno vamos construyendo a lo largo de nuestro proceso lector pero partiendo de los cuentos maravillosos. Una analogía especial sobre la lectura en familia fue lo que más me llamó la atención, pasando por los hermanos Grimm, Andersen y retomando autores contemporáneos que han hecho versiones sobre sus historias. Me hace replantearme siempre mi papel como promotor de lectura, ¿Es bueno leer a los más pequeños antes de dormir? Claro que sí, es necesario arropar los sueños con historias, que hasta nuestros días están vigentes. Una de las cosas más hermosas que leí en él fue cuando Wendy añora el mundo al que Peter Pan le invita a viajar, pero que al crecer ya no puede visitar más, porque los grandes no pueden volar, a cambio, se lleva al Mundo de Nunca Jamás a su hija. El autor nos propone otra alternativa de pensamiento cuando refiere que el Príncipe que despertó a la Bella durmiente no era el adecuado quizá, sino que llegó en el momento adecuado, justo cuando se cumplía el tiempo del hechizo y que todos los anteriores, llamados por la belleza que se contaba de la princesa murieron por llegar antes al palacio.
En lo que coincido es que uno lee historias a los niños y niñas al acostarlos y que duerman, pero pasados los años éstos desaparecen, porque ahora encontramos ahí a jóvenes que no las escuchan ya, pero que, al crecer y estar en contacto con otros niños, les leen, porque sienten que es necesario para ellos que vivan otras vidas con ayuda de su voz.
Gustavo marca una pauta de análisis en esta obra, escribe que todos los personajes de los cuentos maravillosos están faltos de algo, físico de inicio, y que éste es el pretexto ideal para construirle una historia o cuando los niños se alejan de los padres también es el camino para escribir sobre ellos. Qué importante leer en sus páginas que la figura del padre es sólo la de un acompañante en la crianza y que es él quien ayuda a traer de vuelta a la realidad a los niños y niñas cuando las madres provocan que vayan a la fantasía.
Sin duda, es uno de los libros que me han llegado y que siempre que lo re leo encuentro cosas diferentes y me hace regresar a los clásicos, esos clásicos que estuvieron escritos para adultos y que terminaron enamorando a muchos en su infancia.
La colección Ágora de Océano se caracteriza por eso, por ser un referente de pensamiento y para mí, Una casa de palabras es necesario que sea leído por todos los que nos dedicamos a contar historias, para que inicie algo, para que conversemos con nuestro interior y podamos dialogar con el Otro.