Título: Abecedario
Autor del libro: Ruth Kaufman
Ilustrador: Diego Bianki
Editorial: El naranjo
Año: 2016
Reseña realizada por: Vanessa Aguilar Ruiz
Podríamos decir que los abecedarios constituyen a día de hoy casi un género dentro del territorio del álbum ilustrado, ofreciendo, en la mayoría de las ocasiones, propuestas gráficas y literarias muy distintas a cómo eran las que ofrecían este tipo de libros en sus orígenes
Los abecedarios nacieron para enseñar las letras a los más pequeños. Más con una intención didáctica que estética. Su estructura es muy similar siempre: una capitular que a mayor tamaño que el resto de las letras de la palabra introducía generalmente un objeto que se representaba en una imagen
Curiosa y singular secuencia de verbos, cuyas peculiares acepciones son escenificadas por personajes y en situaciones de muy distinta índole, convirtiendo cada doble página en un escenario por el que deambulan.
Quizá, desde la mirada de un habitante del primer mundo —también saqueado por sus políticos groseros e ignorantes y por banqueros ladrones—, este abecedario pueda parecer solo una propuesta lúdica y original, ausente de una dimensión educativa —digo educativa, no didáctica—, pero no. Conversando con una de sus escritoras, Ruth, me hacía notar el sentido de libros como este, en su país, Argentina, donde el objetivo de que todos los niños aprendan a leer es una tarea a lograr en la que muchos actores se encuentran hoy involucrados y comprometidos.
Nunca tendría esta dimensión educativa si solo fuese un manual de letras y palabras. Lo que lo convierte en una obra valiosa es su vocación estética, tanto desde el texto como desde las inteligentes ilustraciones de Bianki, verdadero maestro de la composición y la grafía
El galardón obtenido por este libro en la Feria Internacional de Bologna viene a reconocer el trabajo de sus hacedores y, de alguna manera, nos premia así a todos sus lectores